Una muerte de película: la influencia del cine sobre el gran miedo de la humanidad, la pérdida de la vida

Desde cuatro géneros cinematográficos (romanticismo, belicismo, drama romántico y animación), se analiza como repercute uno de los tabúes de la humanidad en estas reconocidísimas producciones: ‘Titanic’, ‘Ghost. La sombra del amor’, La vida es bella’ y ‘El Rey León’.

Luces, cámara y acción. Con el papel principal en esta producción, la muerte logra todo el protagonismo y se caracteriza de cuatro formas muy diferentes en cuatro películas para sacarse el sombrero: ‘Titanic’, ‘Ghost. La sombra del amor’, ‘La vida es bella’ y ‘El Rey León’. Estas cuatro grandes ‘obras’ encuentran en la muerte uno de los ejes vertebradores en su guion. Sin la pérdida de la vida, estas cuatro películas perderían parte su esencia.

El séptimo arte nunca dejará de sorprender. Siempre escribe un capítulo más. El virtuosismo del cine ha conquistado miles de corazones, ha provocado suspiros y ha helado almas. Cautivando a todos los presentes, la magia de la gran pantalla, a lo largo de la historia, ha regalado escenas de película (y nunca mejor dicho). Pero, ¿que tienen que ver ‘Titanic’, ‘El Rey León’, ‘Ghost, la sombra del amor’ y ‘La vida es bella’? Mucho y poco a la vegada. Tan lejos y cerca en la hora. Calienta las palomitas y descúbrelo en esta súper producción de Cabré Junqueras:

Después de un millón de momentos cinematográficos que pasarán a la posteridad (por los siglos de los siglos y amén), una palabra tabú ha juntado cuatro películas que brillan con luz propia. Sin ir más lejos, el cine no sería el mismo sin ellas, ilustres referentes. Han marcado a generaciones enteras, han asentado cátedra y han hecho historia. En resumen, han sido más que trascendentes. Aun así, han acontecido referentes en una de los grandes miedos de la humanidad, la muerte.

Hoy en día, esta sociedad tan globalizada no ha superado uno de sus grandes pánicos. La muerte todavía despierta sospechas de una eterna oscuridad. Desaparecer por siempre jamás asusta y el hecho de no controlar que hay más allá no genera buenas premoniciones. En conclusión, el ser humano lo quiere todo bajo control, pero atar en corto en la muerte no le es posible.

Generalmente, en las películas la aparición de la muerte comporta un punto de inflexión. Determina y marca el guion. Ante la pantalla, la pérdida de la vida supone un pellizco emocional, se empatiza y se siente profundamente este hecho devastador. La muerte influye y repercute en el espectador. Causa impacto.

De acuerdo con la pérdida de la vida, ¿cómo enfoca el cine este tema? Según el estudio de Elena Conde y Luis F. Iturrate Tenerife, ‘Reacciones emocionales en el cine: el caso de la muerte’, no hay cosa más real en esta vida que la misma muerte. Todavía más, el cine se encarga de “naturalizar la muerte”. En este artículo, se indica que la muerte afectará más o menos, dependiendo del personaje que muera. En estas películas expuestas anteriormente, los protagonistas son personajes principales y trascendentes, por lo tanto, sensibilizarán agudamente al espectador. Le hará morderse las uñas.

Desde cuatro grandes géneros – belicismo, romanticismo, espiritualidad y cine de animación –, se analiza la trascendencia de la muerte, punto que estructura las cuatro películas:

Romanticismo: ‘Titanic’ (1997)

Detrás una banda sonora de Óscar, el choque contra un iceberg produce una historia de amor insuperable en el Titanic. El romance entre Rose y Jack en el transatlántico insumergible finaliza en las aguas heladas del Atlántico, cuando el personaje representado por Leonardo DiCaprio acaba muriendo congelado y salva a la señorita de clase alta, encarnada por Kate Winslet. Después de ver como muchos de los pasajeros sufren el destino más trágico (la muerte) en diferentes escenas, lideradas por el drama de todos los dramas (el hundimiento del barco), Jack no permitirá que su amor muera antes de que él. De este modo, la clausura de James Cameron respeta una de las conclusiones más románticas, la muerte del amado, que salva a su amada.

El Romanticismo, como corriente literal, deja su imprenta en esta oda al amor, puesto que la emoción y la idealización invaden la trama de esta cinta tan premiada.

Espiritualidad: ‘Ghost. La sombra del amor’ (1990)

¿Y si los que han marchado están entre nosotros? Nadie ha vuelto para asegurar que hay vida después de la muerte, pero esto no significa que haya gente que crea en el más allá, en las presencias y en las sensaciones que indican que hay alguien, a quien no puedes ver, allí cerca. El cine ha querido ejemplificar en la pantalla estas impresiones y sensaciones, cosa que ha conseguido notoriamente con ‘El sexto sentido’ o ‘Los otros’. Pero nos queremos acercar a una visión más tierna, como las muestras de amor filmadas en ‘Ghost. La sombra del amor’, que forma parte del género drama romántico.

Manos entrelazadas, barro, caricias, ‘Unchained Melody’ y una historia de amor muy efímera. Aquí, la muerte se presenta de manera muy espiritual, puesto que el alma de Sam vaga hasta lograr la venganza deseada. Uno de los momentos más mágicos de la película capta como la pareja de enamorados consigue reencontrarse carnalmente, mediante caricias y besos, después de la muerte de Sam. Lo logra con la ayuda de la médium.

Belicismo: ‘La vida es bella’ (1997)

Siete años más tarde, la fragancia y la elegancia italiana se replantearon como restarle dramatismo a la muerte. Lo lograron en La ‘Vida es bella’, con un toque de humor, escenas de amor y un vínculo muy especial entre un padre y un hijo. Ambos son judíos.

En este juego – el que el padre le monta al niño pequeño –, la muerte se suaviza durante toda la trama. Se intuyen los asesinatos, pero no aparecen reflejados explícitamente. Esta dirección cinematográfica fue capaz de transmitir de manera tierna el sufrimiento de los judíos ante el genocidio nazi. Todo es un juego. El premio, un carro blindado.

Se le tiene que esconder la crudeza del nazismo y la realidad del campo de concentración al niño, quien tiene que estar más pendiente de jugar y divertirse.

‘El Rey León’ (1994)

Se inaugura el Ciclo de la vida, un ciclo sin fin en la sabana africana. ‘El Rey León’ es una de las grandes obras maestras de Disney. En esta fábula interviene Shakespeare, puesto que es una historia inspirada en el puño y letra del británico, ‘El Rey Lear’.

Se adjuntan una serie de elementos que empastan entre ellos y levantan una película única en su especie: amor, traición, muerte y venganza.

La muerte de Mufasa es cruel, la fuga de Simba es triste y su retorno, memorable. En el ‘Rey León’, Disney no difumina la muerte de Mufasa y nos la presenta tal como es. Es un hecho inusual en Disney, que tiende a disimular estas escenas trágicas. Acordaos de ‘Bambi’, cuando la madre del cervatillo muere, pero Disney no nos enseña esa muerte.

Un final de película

El final de los finales. Hacerlo épico y antológico. En estas filmaciones, con estatuillas en sus vitrinas, se trabaja para encontrar una conclusión apoteósica, un final de película. Porque el desenlace es el momento que lo culmina todo, como todo en esta vida.