Cementerio de Cabrera de Mar
El cementerio de Cabrera de Mar se encuentra situado casi en el centro del término municipal, al noreste del núcleo urbano y sobre un promontorio que le proporciona una magnífica vista.
El recinto se encuentra dividido en dos partes: la antigua, donde se encuentra la entrada principal, y la ampliación moderna, situada en el ala norte.
Construido durante la segunda mitad del siglo XIX para acoger los difuntos del antiguo foso, el conjunto es un buen ejemplo de arquitectura neoclásica. La imponente portada de acceso al recinto se abre en la fachada que da al Camino de Agell. Se trata de una gran puerta con bóveda de arco Campanella, con varias molduras, sobre la cual se encuentra un basamento y la cruz. En el lado oeste, en la fachada posterior, hay una dependencia cubierta con bóveda catalana.
En el interior del recinto, destacan varios mausoleos y criptas como el de la familia Sala, una construcción historicista de principios de siglo XX situada justo delante de la puerta de acceso.
También es remarcable el imponente mausoleo que se encuentra entrando a mano derecha, una construcción hecha íntegramente con adoquín y con una cúpula cónica escalonada donde descansa el arquitecto Josep Domènech i Estapà, y que muy probablemente podría ser obra suya. Enfrente, está la tumba del poeta Antoni Isern, un sencillo túmulo cubierto con «trencadís». Junto con el escritor, que se suicidó en 1906 en el castillo de Burriac, se encuentra la tumba del pintor y escultor Antoni Samarra que también se quitó la vida en el castillo y quiso ser enterrado junto al poeta a quien admiraba.
Otro sepulcro a destacar es el de la familia Ordeig, situado en el ángulo noroeste del recinto. Fue construido en 1917 por el arquitecto Bonaventura Bassegoda i Amigó y mezcla elementos modernistas e historicistas.