Cataluña y el Estado dan ejemplo, poniéndose al frente del Mundo en materia de donación de órganos

Cataluña y el Estado dan ejemplo, poniéndose al frente del Mundo en materia de donación de órganos

España lidera el ranking mundial desde hace 29 años. En el ejercicio 2019, las estadísticas señalaban que se registrabvan 15 trasplantes y seis donacoiones diarias. Por cada milión de habitantes había 48 donantes. 

 

Latiendo fuerte. Cataluña y el Estado español se han tomado a pecho aquello de entregar su corazón a cambio de nada. El último aliento no tiene que significar el final. Bien puede significar un nuevo inicio. El principio de un nuevo todo, de un nuevo nacimiento. Porque la donación de órganos salva vidas y hace renacer esperanzas. La donación de órganos supone el último gran servicio de quien ha perdido la vida, recuperada a la vez por quien recibe esta entrega tan especial. Vida y muerte: cuando un final puede ser también un comienzo, gracias a la donación de órganos.

Con previsión, es estrictamente necesario dejarlo todo por escrito. Se tienen que registrar unos pasos previos. En primera instancia, se tiene que haber solicitado antes la tarjeta de donante. La muerte acabará dando paso a la vida porque así lo permite el que dice adiós. Lo ha tenido que dejar por escrito en su Testamento Vital, un Documento de Voluntades Anticipadas (DVA) en que se da fe que se permite la extracción de órganos, seguidamente, tras producirse el desenlace. Se tiene que cumplir con una serie de trámites burocráticos. Dentro del ámbito legal, este procedimiento no se detiene todavía: para que el Testamento Vital sea válido y tenga efectos legales, este DVA, oficializado ante un notario o con la presencia de tres testigos, se tendrá que depositar en el Registro de Instrucciones Previas, órgano del Departamento de Salud. El citado documento se tiene que adjuntar al historial clínico del paciente en cuestión.

Las líneas de las Voluntades Anticipadas, redactadas por una persona “mayor de edad, con capacidades suficientes y de manera libre”, van dirigidas al médico, que tendrá que hacer valer los citados propósitos después de la defunción. Anteriormente, el afectado tendrá que haber designado un representado en su DVA, quien se pondrá de acuerdo con el médico para llevar a cabo la voluntad expresada por el donante de órganos.

Asimismo, se regula oficialmente la donación de órganos y cuerpos a la Ciencia. Las entidades encargadas de tutelar este procedimiento son el Departamento de Salud y la Organización Catalana de Trasplantes (OCATT).

El altruismo, en buen estado de forma

La burocracia deja lugar a la beneficencia porque hay que tener en cuenta que la acción de dar órganos es puramente altruista. En vida, quien decide someterse a este proceso es consciente que su final será el nuevo inicio de una persona que necesite los órganos para continuar viviendo. En definitiva, quien ha dejado por escrito estas últimas voluntades en el Testamento Vital está pensando en los otros y confía, a ciegas, en las segundas oportunidades. De hecho, las está propiciando esta misma persona.

En cuanto a la donación de órganos, la concienciación y la generosidad de Cataluña y el Estado español aleccionan al resto del mundo. Con un grado elevado de sensibilización, ambas se ponen al frente en este tema. Las cifras no engañan: 2022 supuso un antes y un después en España, donde 2.551 españoles se dieron de alta como donantes de órganos. Esta cifra sobrepasa todos los registros desde 2012 (1.643 donaciones). En el curso 2019, por ejemplo, las estadísticas mostraban una tendencia al alza. Se registraban 15 trasplantes y seis donaciones diarias. Por cada millón de habitantes había 48 donantes.

De hecho, según los datos que derramó 2021, España lidera el ranking mundial de donaciones de órganos desde hace 29 años.

España predica con el ejemplo y capitanea esta misión humanitaria dentro de una estructura sólida, la Organización Nacional de Trasplantes, que forma parte del Ministerio de Sanidad. Se incide sobre donaciones necesarias, tales como las donaciones de médula ósea, sangre o cordones umbilicales. Además, informa que se pueden donar los siguientes órganos: riñones, hígado, corazón, páncreas, estómago, intestinos y pulmones. Los tejidos (huesos, córneas o válvulas cardíacas) también se pueden donar. Otra muestra de esta gratitud es la entrega de tejidos, como las córneas, los huesos, los cartílagos o los tendones, por ejemplo.

En cuanto a Cabré Junqueras, los Servicios Funerarios trabajan acompañante de la mano del Banco de Ojos, entidad con la cual cooperan proviniendo tejidos oculares (córneas) a los pacientes que lo necesitan.

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